El resultado del balotaje de la elección presidencial 2015, hoy es
el piso electoral de la actual oposición. Si la elección presidencial 2019,
tiene definición en una segunda vuelta, considero que ningún ciudadano que
decidió ser parte del 48.6%, está arrepentido de lo que hizo. Luego de tres
años de gobierno de la coalición Cambiemos con resultados negativos en todos
los indicadores, pudo confirmar que ese voto fue la mejor decisión.
Ahora bien, si revisamos los resultados de las últimas encuestas,
en su mayoría, consideran que el electorado esta dividido en tercios, siendo
dos de ellos los llamados “núcleos duros”, y el tercero “los independientes”. El
tercio oficialista dejó de crecer, o mejor dicho se acerca al 25% histórico,
que representa a la derecha argentina. El tercio de la oposición está
creciendo, pero muy lento. El tercio independiente esperando definiciones de
todo el espectro político. Estas encuestas intentan transmitir la idea que la
decisión está en los independientes y que serán ellos los que encontrarán la
decisión correcta para la solución al futuro de nuestro país.
Plantearé un análisis a través de un juego, y saliendo de los
métodos tradicionales de las encuestas. Interpretaré el comportamiento de diez sectores
que nuclean gran parte de la población, e intentaré detectar hacia que lado cambiarían
su voto y conseguir un resultado de un balotaje en las presidenciales del 2019.
A cada lado del balotaje le entregaré cien puntos para perder y diez puntos por
sector. El resultado será: lo que pierda uno de los lados, lo gana el otro
(puntuación similar al boxeo).
Sectores:
Agrupaciones
sociales: a estas organizaciones las medidas económicas no las han
acompañado para nada. La inflación impacta fuertemente sobre los que menos
tienen, ya que los productos básicos y esenciales son los que más han
aumentado. La AUH* que llega principalmente a estos sectores, fue licuando su
poder de compra ya que los aumentos estuvieron bajo la inflación. Por otro
lado, a pesar de todos los dichos del gobierno cuando eran oposición, hoy
mantiene acuerdos con estas organizaciones, asistiéndolos económicamente.
Las
agrupaciones en sus manifestaciones muestran a diario el inconformismo con la
gestión actual, por lo que serán parte del piso opositor.
Campo: este
sector fue uno de los sectores más beneficiados. Entre los principales anuncios
estuvieron la baja de las retenciones, nueva línea de créditos y la
simplificación de los trámites. El campo obtuvo el tipo de cambio que los reclamaba
por estar atrasado hace tiempo.
A pesar de
que los pequeños productores manifestaron problemas en sus economías, creo que el
sector seguirá acompañando en su totalidad a la actual gestión, siendo un
comportamiento tradicional y conservador en la Argentina.
Educación:
este
sector en todas las épocas se sintió postergado. Pero claramente la situación
de los alumnos, maestros, profesores, e infraestructura de todos los niveles ha
empeorado considerablemente. Pareciera que este gobierno tiene un plan contra
la educación. Así, fue muy clara su posición, cuando el exministro de educación
Esteban Bullrich dijo: “Esta es la nueva Campaña
al Desierto, pero no con la espada, sino con la educación”. Esta frase, refleja una de las matrices ideológicas sobre las que se
asienta la política educativa de Cambiemos, la asimilación a aquélla idea de
nación, pero, esta vez sin genocidio, sino a través de otros medios como la
educación.
Sin duda
este sector no acompañaría a la actual gestión.
Empleados:
notoriamente
cayó la calidad del empleo, los salarios, aumentó la subocupación, y la
informalidad laboral. La desocupación sigue creciendo sin ningún indicador que
permita pensar que cambiaría su tendencia en el 2019. En el último dato publicado
por el INDEC llega a 9,6%, y se estima que la siguiente medición llegue a las
dos cifras. Los empleados perdieron alrededor de 10 puntos del poder
adquisitivo y son muchos más los que pagan impuesto a las ganancias. Los
desocupados quedaron sin posibilidad de reinserción al mercado laboral por la
por la caída de la inversión y la difícil situación general.
Este sector en su mayoría pertenece a la clase media, una de las
principales víctimas del este modelo, a pesar de que apoyo claramente por este cambio,
en el 2015.
Una parte
importante de la gente fue decepcionada por el gobierno, y espera acompañar
pronto otra alternativa.
Estatales:
los
trabajadores del Estado perdieron 21,3% de su salario real, desde que Mauricio
Macri llegó al Poder Ejecutivo siendo uno de los sectores más perjudicados. En
este mismo período hubo 25.000 bajas en organismos estatales, sin contar
estados provinciales y municipales.
Sin duda
los estatales no acompañarían a la actual gestión.
Industria:
con
la depreciación del peso en el mes de mayo, la industria comenzó a sufrir una
de las peores crisis de los últimos años. Según el INDEC en octubre mostro la
sexta caída consecutiva con un -6,8%, y un anual de -2,5%. Los sectores
textiles, metalmecánica, automotriz son los más afectados.
La capacidad instalada retrocedió 3,5 puntos interanual,
promediando el 64,8%. La industria automotriz es una de la más golpeada, a raíz
de una contracción en la venta en el mercado interno, que se reflejó una baja
del 45% en los patentamientos. La caída de la capacidad instalada impacta de
lleno en la tasa de desempleo, ya que la caída de producción tiene un impacto
directo en la reducción de personal.
Los
trabajadores industriales no acompañarían en ninguna circunstancia a la actual
gestión.
Jubilados:
este
sector en su mayoría acompaño en el
2015 al actual gobierno. Hoy los jubilados son los que más han perdido poder
adquisitivo, luego del cambio de la fórmula de movilidad, el aumento de los
medicamentos, alimentos, y las tarifas.
Pero para
este análisis sigo considerando que los mayores en su mayoría seguirán
acompañando de igual manera este modelo.
Pymes: este
sector es el que más ha sentido el impacto de la caída del consumo, de la
depreciación y el difícil acceso al crédito, ante unas altísimas tasas de
interés. CAME informó que octubre cerró con una caída del 5% y acumula la sexta
baja consecutiva en el año. En tanto que en el período de enero-octubre se
registra una contracción interanual del 1,9%. Al achicamiento del mercado
interno, se le sumo la apertura de las importaciones, que definitivamente los
dejó fuera de competencia. Otra medida que afectó considerablemente al sector
es el aumento de las tarifas, que se volvieron impagables llevando a las
empresas al cierre definitivo.
Los
empleados como empresarios pymes, no acompañarían en ninguna circunstancia a la
actual gestión.
Salud: la des-jerarquización
del ministerio de salud, y un ajuste presupuestario que vulnera el derecho a la
salud de la población en su conjunto, hace que el sector sea uno de los más
olvidados. Todos los programas de salud recibieron recortes, que en algunos
casos lleva a su desactivación completa. Todos los integrantes de la salud, ya
sea pacientes como los profesionales están solos. Las decisiones que tomaron
muestran una retirada del estado para descentralizar los costos. El estado dejo
de cumplir un rol de equiparador nacional que aseguraba que todos los
ciudadanos de las provincias reciban en mismo tipo de atención.
Este
sector no acompañaría esta actual gestión.
Sindicales: en el
2015 los reclamos al gobierno anterior eran por el pago del impuesto a las
ganancias. Hoy el alcance del tributo alcanza a 746.000 trabajadores más que en
2015. Esta situación va a contramano de una de las principales promesas de campaña del espacio
Cambiemos, que consistía en la
eliminación del impuesto, al que consideraban "dañino"
para el poder adquisitivo de los trabajadores.
Por lo que
el sector no acompañaría al oficialismo y se sumaría al piso opositor.
Resultados:
Con el análisis de cada sector, valorice con 10 puntos para cada
lado del balotaje. Como vemos la oposición pierde 2 puntos, pero Cambiemos 22,
por los que finalmente el oficialismo pierde 20% de su electorado del 2015. Si
calculamos el 20% de 51,4%, es 10,28%, por lo que el nuevo valor de Cambiemos
sería de 41.12%. Por lo tanto, la oposición adquirió el 58,88% y sería el
ganador de las elecciones 2019.
Mi opinión es que las encuestas no están teniendo en cuenta los
resultados electorales del 2015, no puedo entender que los votantes cambien de
opinión luego de tres años de sufrir directamente el impacto negativo del
modelo establecido.
Espero que los encuestadores replanteen sus métodos y que las
encuesta no sean armadas y direccionadas a partir resultado prefijado. No
buscar implantar ideas señalando tendencias falsas.
En épocas de posverdad, debemos estar atentos de la información que consumimos, ser
críticos de los medios, y aprender a buscar comunicadores que reflejen sentido común y principalmente la realidad que vivimos todos a diario.
*AUH: Asignación universal por hijo.
Fuentes:
INDEC, Instituto Nacional de Estadísticas y
Censos, Argentina.
Página 12, “Macri también ajusta en Salud”.
iProfesional, “Casi 25.000 despidos en el
Estado en la era Macri".
El Destape, “Desde que asumió Macri, los
estatales perdieron 21% de poder adquisitivo”.
Infobae, “Ganancias: el impuesto ya afecta a
casi dos millones de argentinos”.
Ambito.com, “Cómo impactó la crisis sector por
sector en el tercer año de Macri”.
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