El marketing no es solo para las grandes organizaciones con grandes presupuestos, es una cultura que toda empresa sin importar su tamaño puede implementar.
En un escenario de crisis, la capacidad de hacer marketing con pocos recursos es un problema de la actividad comercial. Será un marketing más creativo, imaginativo, menos costoso y muy atento a las nuevas relaciones entre las marcas y los consumidores.
El diseño de un plan estratégico y de sus herramientas promocionales a bajo costo, comparte esquemas y modelos de funcionamiento, haciendo que la “cultura del marketing con bajo recursos” sea para cualquier producto.
En un plan estratégico de marketing, es fundamental definir cuál es el mercado al que nos vamos a dirigir (macrosegmento) y cual su partida presupuestaria.
Las partidas presupuestarias son aquellos espacios mentales de los consumidores a los que las personas destinan su dinero ejemplo “ocio y tecnología”. Las mejores partidas serán aquellas con las que maximicen sus ventas y rentabilidad de acuerdo con el nivel de riesgo que quieran asumir.
Si tenemos perfectamente parametrizados el riesgo y la rentabilidad, nuestro plan de marketing evitará el gasto estéril de nuestros escasos recursos económicos y permitirá el desarrollo de un modelo de comunicación más preciso, certero y eficaz. Evitaremos dilapidar recursos en segmentos que no son los nuestros. El objetivo es que la inversión en comunicación y marketing, aunque sea escasa, impacte sobre nuestras ventas.
Marketing relacional.
El marketing relacional es un instrumento de comunicación eficaz con una baja inversión. Debemos contar con una base de datos actualizada de nuestros clientes, identificar sus perfiles y segmentarlos desde un punto de vista sociodemográfico (edad, sexo, etc.) y psicográfico (estilo de vida).
Así desarrollaremos acciones de comunicación y promoción más ajustadas a las características del segmento al que apuntamos, aumentando la eficacia. La base de datos nos mantiene una comunicación estrecha y regular con nuestros grupos de interés, informándoles de nuevos productos o servicios, promociones vigentes, etc. Esta manera de practicar la difusión es capaz de convertir a los clientes satisfechos en “publicistas” de nuestra empresa, compartiendo nuestros productos y servicios, o experiencias a sus relaciones (marketing viral).
Alianzas estratégicas.
Las alianzas estratégicas son colaboraciones sinérgicas entre empresas con el objetivo común de aumentar las ventas. Estas alianzas son herramientas de muy bajo costo. Para esto, hay que investigar en el mercado y encontrar las compañías susceptibles a vincularse a la propia y que contribuyan a la difusión de nuestros productos y servicios. Tener en cuenta no redundar en costos de promoción.
Internet en la era del consumidor.
El consumidor de hoy tiene más poder que los del pasado. Además de tener el poder de compra es estimulador de otros consumidores. Los nuevos comportamientos de compra están relacionados con el crecimiento del boca/boca electrónico. Hoy los consumidores organizan sus compras en base a la información que obtiene en la Red, sobre otros consumidores.
De esta forma, se abre la posibilidad de hacernos conocidos, con un bajo presupuesto.
La inmensa cantidad de usuarios de redes sociales, webs, blogs, en todas las plataformas y dispositivos pueden constituir poderosos instrumentos de comunicación.
Cualquier empresa puede beneficiarse de integrar en su cultura esta visión de marketing, ya sea estratégico como operativo.
En conclusión, las alianzas promocionales, el marketing viral, las redes sociales y la comunicación en Red permiten a las organizaciones de cualquier tamaño desarrollar instrumentos eficaces al servicio de su cartera de productos.
Aprovechemos estas oportunidades para reorganizar nuestras empresas e implantar estos eficaces modelos de comercialización.
Bibliografía:
“Dirección de Marketing”, Kotler, P. (2008).
“Satisfacción de clientes, la inversión más rentable”, Pinedo, M (2008).
“Emprendedores, Conocimientos y herramientas para completar la pasión por hacer”, Carmona F., Serie MateriaBiz (2009).
Comentarios
Publicar un comentario